Cuando llega el momento de la sumisión de un Twink las cosas pueden ser rápidas o lentas, todo depende de que tan listo esté ese chico para obedecer.
El ser un putito se lleva dentro y es el deber del Macho liberarlo para que logre su potencial, ese proceso a veces requiere ir de poco en poco para que sin darse cuenta el Twink esté de rodillas pidiendo verga para comer todos los días.
Para iniciar a este chico su futuro Amo le ha preparado una deliciosa sesión de Bondage ligero, cuerdas delgadas, amarres sencillos, un poco de libertad de movimiento… pero siempre dejando claro quien tiene el control.
Al Twink le encanta que lo controlen, sabe que puede seducir a su Macho presumiendo sus pequeños músculos y su encanto bien atado, su recompensa es darle permiso de tocarse hasta correrse, algo que hará con una deliciosa sonrisa que igual enamora.
La sumisión de un Twink se disfruta poco a poco
¿Qué sigue ahora para ese putito con potencial?, después de una buena sesión como esta el deseo por ser más obediente va emergiendo.
El chico va entendiendo su propósito y para aclararlo aún más un buen Amo debe seguir con folladas constantes, así se dará cuenta de su adicción natural a la verga de Macho.
Las constantes folladas lo harán más obediente, de ahí se le explicará que hará un mejor trabajo si pone su verguita en castidad, así se concentrará más en su Macho y recibirá incluso más cogidas, en este punto el putito deseará tener su jaula de castidad por primera vez.
El trabajo puede tardar, pero la recompensa será un sumiso bien educado que será el orgullo de cualquier Amo al momento de presentarlo con otros Machos para jugar como él
