Dentro del bondage existe ese maravilloso Arte Shibari que puede conseguir sujeciones perfectas, estéticas y que aumentan la sumisión de un putito para que se entrega al máximo en todo momento.
Mr. Harry es el Amo que hoy nos una buena demostración al poner a su esclavo Jen listo para mamar y ser follado.
Para sujetarlo bien las cosas empiezan con unos buenos besos, caricias intimas y ordenes claras para que nunca se le olvide su lugar en esta vida.
Hacer que el sub no se mueva con estilo y elegancia
Poco a poco la ropa se pierde, pero es ocupado por una suave cuerda negra que es realmente muy resistente. Cuando le amarra los brazos a la espalda el ritual principal esta casi completo, es el momento perfecto para ponerlo en cuatro y empiece a mamar.
Sin que el putito pueda meter las manos el control total de la mamada lo tiene el Macho, con la misma cuerda crea un excelente corres que le permite manejar a su deseo esa boquita para lograr el ritmo perfecto, y la mirada de orgullo del Amo dice que ese sumiso está haciendo un muy bien trabajo.
Follando a alguien sujeto por el Arte Shibari
Ya que tiene la verga bien lubricada Mr. Harry quiere disfrutar de lo que pertenece, sin embargo, unas cuerdas más son necesarias para lograr esa posición perfecta que tanto desea en su sumiso.
Al amarrarle las piernas crea una apertura natural entre ellas, el acceso a ese culito será total y no será desaprovechado.
Teniendo todo listo empiezan las deliciosas embestidas, hay que decir que Mr. Harry tiene un encanto natural para ser delicado y dominante al mismo tiempo, se nota que su putito se ha ganado su respeto total.
El premio de Jen, además de saber que ha complacido a su macho, son unos buenos chorros de semen que lo rellenan por completo y que podemos ver salir poco a poco de ese culito roto que quiere más verga.